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miércoles, 5 de enero de 2011

Sueño con el fin

Santiago ardía entre llamas, se escuchaban gritos desesperados, alaridos, un movimiento sin fin. Me acordé del 27/2, pero esto era peor. No logré ver que era lo que producía aquel resplandor rojizo, aquella nube de humo sin fin, que poco a poco rodeaba a la ciudad, me rodeaba y atacaba.
 
Corrí, como uno más, y reconocí varias caras en el trayecto, muchas de ellas ni si quiera tuvieron el tiempo para encontrarme, solo siguieron con su carrera, lejos, muy lejos de mí. Pensé en aquellos bellos momentos que viví junto a ellos y a ellas, pero que ahora para ellos no significaba nada, el fin estaba cerca, todos lo sabían, todos lo sentíamos. Me sentí completamente solo, me senté en la cuneta, y comencé a llorar, sin razón, o al menos eso creí.

Miles de recuerdos pasaron por mi mente: las dunas de Matanza, la ciclovía de Simón Bolivar, un par de perros callejeros, Destard, un colchón que necesitaba ser reparado, pastillas, paisajes del sur, la muerte y sus ojos...

Tal como el contenedor de oxigeno de un buzo, mi vida se fue consumiendo, lo sentía, lo sentían. Te apareciste frente a mi, con los ojos inchados de tanto llorar, con lo que parecian ojeras. Me miraste fijamente y explotaste, como si yo tuviera la culpa de algo, me gritabas y golpeabas, me hiciste entender que lo que no había empezado jamás, ya había terminado. Y quedé nuevamente solo, sin ti, sin ellos, sin Santiago,que ardía entre llamas, sin mi.
Nada tuvo sentido, me percaté de ello, y desperté de golpe:

-Que horrendo despertar.

Sudando, con una angustiosa sensación en mi pecho, como si algo me lo comprimiera, como si una estrella explotara dentro de mi torax, me levanté, desperté a mi fiel nido de circuitos, y publiqué esta entrada.





2 comentarios:

  1. No hace mucho tiempo, me sucedió algo muy similar. Estaba en la playa con mi familia, y de pronto por ir a sacar una foto, lograba captar en el lente de la cámara, que algo rojizo se empezaba a acercar a la tierra. Era una especie de meteorito gigante... y todos comenzaron a correr... recuerdo que mi hermana desesperaba, mi madre también... sin embargo algo más que el meteorito mantenia mi atención. Mi abuela, que no podia moverse rápido, me desesperaba por el hecho de que ella no podia correr, y me ponia a su lado, ayudandola, a nuestro ritmo. Recuerdo que estaba mi Sasha, y llegaba a mi lado como acompañandonos lentamente. Era horrible, porque comenzaban a llegar camionetas de prensa... y la gente seguía en pánico. Pero para mi solo existían en gran importancia mi abuela y mi Sasha, al menos en el sueño o pesadilla así fue. Y claro, desperté de golpe, con lágrimas en los ojos, un dolor en el pecho horrendo, y queriendo abrazarlos a todos.

    Pero sabes, después de pensarlo bastante, recordé que en ese momento, fue cuando mi abuela estaba con problemas de salud mayores. Y llegué a la conclusión, que fue el miedo a una pérdida. A mi Sasha la perdí, creo que por algo llegó a mi lado... justo en el momento en que obvié la perdida más cercana.

    A veces, las pesadillas, son un poco tontas, y mañosas, donde no tenemos que pescarlas mucho, sin embargo otras, son más bien mensajes que nos incitan a actuar.

    Horrendo sueño tuviste, a ver si me lo cuentas en un rato.
    Desearía estar siempre ahí en tus noches, para poder abrazarte cuando despiertes exaltado.

    Un beso enorme mi monstruo sanguijuela cítrico!
    Everyday I Love you, more and more.

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  2. La muerte y los sueños. Que tema. Cuanto nos asusta si los sueños tiene como personaje a la muerte. Quizá porque no la conocemos y su rostro aparece invisible en una vestimenta de horror.

    Todos nos hablan de lo que pasa antes, durante y después del nacimiento pero nunca nos dicen que la muerte vendrá en su momento. Si la vemos cerca, por enfermedad o algo, la disimulamos con buenos deseos y falsas promesas.

    La he tenido cerca, la he tenido en mi mano y se que está a mi lado, pero aun así temo mirarla aunque se que como una amante estará ahí, tocándome, acariciándome.

    A veces quisiera besarla y otras correr.

    Un abrazo amigo.

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